miércoles, 24 de diciembre de 2008

Luna.


Qué facilón se vuelve todo. Sin ganas de ver tele, sin ganas de estudiar la vida...recluso en el cuarto de la inspiración. Muy decidido el cuaderno se abre y con trazos temblorosos al principio, empieza una figura a emerger de entre todas las microfibras blanquecinas de la Moleskine. Nada definido desde el comienzo, pero una oleada en cascadas cae hasta la base haciendo un precioso y preciso vestido del siglo XVI, y una cara indefinida no arranca de ser dibujada.
Una de las mangas se atasca y no consigue el estilismo deseado, todo el dibujo queda destrozado por el humilde trazo bienintencionado, pero aún así no se puede siquiera disimular la vertiente contraria del dibujo. Es encantadora, verla ahí de pie como surge de la nada un lunes a las tres de la mañana... Quizás alas le salgan pero ya se verá luego, si decididamente se las calzo. Aún así, el pequeño velo gigantesco de detrás de la cabeza le da un toque violento al asunto, y así, ella cabalgará por estepas y prados, con un velo grande para ella sola, porque ella es la reina del verde, pero su traje, irónicamente, no es verde. Su traje será del color apagado de las páginas de la Moleskine, porque bueno...al fin y al cabo ella no quiere desdibujarse del boceto y convertirse en un personaje de cuento.

Uhmmm qué bello es el trazo del lapicero azul oscuro...se resbala por todos lados: y todos los pequeños esquináceos del velo irán unidos de azul...me encantaría poder comentar en las aureolas místicas de su cuello, la divinidad, las esferas c´somicas...el paso sobrio de la pequeña muerte andante...de un pequeño ser monstruoso que se esconde detrás de ella, acechando el velo, el vestido, la manga, la mano, la boca; su corazón.

Con una flor intenta no escapar de su pequeño mundo pero sus pasos se dirigen hacia el amrgen, escapa, grita huye, canta...llora. Pero cuando el sol brilla dentro de su cabeza, en las ojas de los árboles que no puede sino imaginar; todo el Rocío cayendo de las ojas que tienen forma de notas espectaculares, en un pentagrama aún por fabricar.

Cerezas cuelgan de sus ramas, pero no las puede ver...recuerda...el velo la mata poco a poco, la consume...la mal hunde en la sima de sus lágrimas.
Ella nunca se considera triste ante sus cortesanos ni palafreneros...ni delante de sus doncellas...sólo ante ella misma se desnuda y se ama, y la flor la acompaña a todos lados, bebe de su sangre...bebe de ella y nunca muere.

-¿Quién eres?

-Luna.

-Bienvenida. Luna.

lunes, 15 de diciembre de 2008

The Cask of Amontillado. E.A.P.

¿Si la pared la hubiese hecho él mismo desde el lado interior del muro?
Se hubiese convertido su venganza en un estúpido intento y una inteligencia reducida a lo máximo. Imagináos el tema...

Millones de neuronas se ríen de lo absurdo, y el hombre no es capaz de verlo...lastímera lástima.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Dicci Embre.

   Con perspectivas andróginas, y con deseos irrefrenables del consumismo navideño, Elle se dirigió al superalmacén de siempre pero que esta vez estaría lleno de estúpidos paletos que se pondrían a trabajar con un gorro de reno y un delantal estúpido puesto que cubrían puestos temporales para el periodo estival. Elle puso la radio del coche con delicadeza, puesto que había aprendido que nunca fue bueno intentar meterla de golpe sin control. La fuerza sin control no sirve de nada, o de mucho dijeron otros.

En las emisoras locales encontró mierda y bazofia, recordando su visita con Eduart a la radio en la jornada de puertas abiertas. Visualizando la cara de seboso del locutor, no perdón, del técnico exigente con camiseta de Metallica, con aires de indie y separatista de la raza humana natural, pero que llamaba a grupos considerados por todo el normal mundo como "bazofia" y después él mismo respondía con la cara del gordo de Jurassica Park, que la música que el ponía era la que el mundo quería escuchar, veáse canciones que ni su puta madre tenía cojones de descifrar. 

Una vez que el coche arrancó y que el portón de la cochera se cerrara automáticamente, la acera quedó inundada de humo, pero cuando volviese todo estarñia claro de nuevo; uff qué alivio, de verás. CUalquier día pensaba era bueno para pedirle a Charlie que le arreglara el tubo de escape del todoterreno que servía para ir a tres manzanas más atrás. Después ella pensó que estaría bien retocar bucalmente el de Charlie y Eduart, los tres juntos como aquella vez.

Nunca ese día pudo succionar nada la aspiradora del salón. Nunca. Porque nunca nadie más la pudo enchufar, aunque funcionara perfectamente, pero es que Elle se había ido y no se sabí a dónde- Sí, a los grandes almacenes- Sí pero allí no está- joder.

Elle, nunca nunca supo saber la vuelta a casa, ella nunca supo que Eduart y Charlie la traicionaban cuando ella iba a los grandes almacenes. Pero ese día, antes de salir de casa Elle volvió dentro y vio el bote de vaselina destapado. Lo supo todo.

Se mató con el estrellándose en el barranco de los pulpos, conocido así por el sitio dónde las jóvenes llevaban a sus amigos para que les metieran mano de manera prohibitiva pero consistente y rotunda.