sábado, 17 de enero de 2009

Sí.


Cuando en el transcurso de los acontecimientos humanos se hace necesario para una persona disolver los vínculos afectuosos que lo han ligado a otra persona y tomar entre la amistad como algo separado del amor natural que se ejerce y además el resto de tus amigos secunda la moción de que tú no eres más que un bondadoso elemento concordante con la armonía de esa naturaleza, te dan derecho, un justo respeto al juicio de la humanidad y exiges que se declaren las causas que me impulsan a la separación.

De tan manera histórica se presenta mi discurso, cuando después de varios meses de terapia con otros compañeros y amigos cuento y una otra vez el problema. Y digo yo, ¿te estarás tomando tú las mismas molestias morales?
He llegado a la conclusión y la respuesta es no. Puesto que tu simpatía cuando compartíamos vida era de un número desbordante y agradable...y ahora he presenciado de tu propia mano, en tu propio y nuevo esplendor, la arrogancia y la desidia que existen en tu corazón, y me pregunto...¿tanto puede una persona cambiar dependiendo de con quién estés? Como me dijo una muy buena amiga.
Pero sí, resulta que eres tan veleta como el propio viento, que además eres una cometa que sube con el aire y que un día va a caer, y que para mi mismo estás destrozada, raída, corrupta, manchada.

Pues eso, que la traición es algo duradera, meditada, sencilla y altanera, no te dejan ver que estás equivocada, y que aquello que mostrabas siempre de buena persona, amable y demás...todo fue una cortina de humo maloliente y francamente sutil... El caso, y es lo que más me sorprende, es que todo el mundo te tuviera calada, mejor que yo me refiero, porque siempre te defendía a capa y espada. Pero todos, todos, y todos. Incluyendo todos tus amigos, esos que no te has podido llevar y que han hecho que se me salten las lágrimas, porque aunque no me incluyes entre sus fotos. Es envidia, o no, es mejor dicho, amargura, porque no quieres que esté en tu presente.

Y lo único que tenías que decirme era : Perdón.


Hoy es un día oscuro, oscuro para mis adentros, porque hoy es el día en que ya no eres más mi amiga. Ya no eres nadie para mí, porque ya estás aquí, ya no eres nadie, y te empujo hacia las sombras de la inexistencia, como lo fueron la criada de Victor Hugo, como fue el mejor amigo de Melville, como el vecino de Shakespeare. Eso eres y vas a ser té en el panorama de la historia de la tierra.