Si tan sólo...

uno tuviera encuentros astrales con seres presentes de cuerpo volátil....

Senses of Me.

Cuando escucho esa canción los vellos de la piel se erizan como un profundo y lamentable porvenir... los bajos, altos, pausas, vacíos y llenos del pentagrama se convierten en teatro en mi cabeza.

Mi pasado me pesa demasiado, pero no puedo evitar recordarlo, antes de dormir, antes de cerrar los ojillos que tanto me gustan. Las malas pasadas me brincan por alrededor cual Liliputienses, cosquilleándome los pliegues de carne que no sabía estaban ahí. Una de las lágrimas que tenía guardada para la muerte de uno de mis mejores amigos se resbala, y en la canción de matador se paraliza de nuevo el tiempo 2:51 minutos. La dulce sábana de verano, no franela mis pensamientos y las legañas ya no me hablan, no me quieren, porque dicen que no cierro los ojos para cobijarlas.

Será que también ven de día que ese alma, esa sombra se perdió de nuestros lánguidos brazos, se encontró con otros más vigorosos y menos sinceros, bañando de colores llamativos bonitos irisantes y vomitivos la fachada de la sombra, de la sombra que se culpa cada día de su existencia y que cada noche se lamenta por no haberse alegrado de su subsistencia diurna... nota tras nota viene entra y no sale, y cada vello se eriza mucho más mientras voy escribiendo el testamento de mi amiga la sombra que ya no quiere estar conmigo aunque deje la luz encendida.

Confusión constante escapa de mi maldecida boca, porque no se si estás con nostros o con ellos, no somos mafia que excluye a los miembros de un grupo porque sean también de otros, sino que simplemente el vello levantado se debe a que cada vez se quedan las conversaciones más en el aire, más en el mar... en tu aclamado mar... te esperamos de vuelta, pero puede ser que hayamos muerto en tu espera, Ítaca desapereció amigo, no te empeñes en ser una sombra tu vida... pero ya no podrás oír esto, no querrás leer esto, porque ya te hemos perdido.

And swallows me.....and swallows me...