La indecencia de las personas decentes.

Hay una gran verdad entorno al círculo privado y personal de algunas personas. Es una manera de adscribir todo lo que se es y lo que se quiere ser dentro de una pequeña esfera que nos rodea a nosotros mismos, y que es invisible a los demás, invisible a uno mismo, pero que cuando la traspasan, sin previo permiso, sientes una gran violencia en tu lengua... en tu boca, en tu cerebro. Y cuando se hace real en el cerebro, es real en la vida misma.

Y ahora sentado en este pequeño sofá, los círculos se unen, y ambos dos tenemos uno muy estrecho, muy ancho, muy enlazado, mu fuerte, y frágilmente establecido. Nos queremos y eso debe bastar.

Pero las plegarias a lo noche existen porque existe una falta de de algo, "something is missing". Espero que es algo sea siempre, siempre, el querer vivir contigo un día más de mi vida, de nuestra vida, hasta que no seamos ni recuerdo, ni polvo, ni propietarios del corazón de otros.

Y cada vez vengo más por aquí, eso empieza a gustarme. Espero que a ustedes también.

Nunca.

Nunca se es lo suficientemente bueno para un antiguo profesor.

Let's go.

Y se fueron, para volver cansados, distintos, cambiados, tocados y sudados. Nunca más sus ojos miraron igual lo que les rodeaba.

Café, coche, viajes... viajes no, porque no tienen dinero. Problemas-

Lo que es no tener un rumbo cierto, claro y fuerte.

Nunca te lo perdonaré, nunca perdonaré todo el daño que nos hiciste. Hoy soy quien soy, con los daños que me has inferido, hoy mi día es gris, porque tu has estado en mi vida. A veces me gustaría perdonar, por siempre.

Estoy gestando.

Quiero.

Todo es sobre yo.

La lectura, la escritura, la muerte y el engrosamiento de los párpados en el proceso de verdura extrema cuando dormimos.

Me encantaría saber, escribir, hablar, llorar... pero no hay tiempo. El tiempo es horrible, y nos mata, consume y edulcora nuestras visiones.

Yo quiero.


No puedo.